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Diabetes y sus tipos

¿QUÉ ES LA DIABETES?

La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por altos niveles de glucosa (azúcar) en sangre. Esto sucede por varios motivos; bien porque el páncreas no segrega a sangre la hormona insulina (diabetes tipo 1) o bien porque los receptores de insulina de las células tienen poca sensibilidad a la insulina (diabetes tipo 2).

Pero hay una gran diferencia entre ambas. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que naces con ella y en la que tendrás que inyectarte insulina de forma externa toda la vida, mientras que la diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica que aparece en la adultez debido a la baja actividad física y la mala alimentación siendo el sedentarismo el principal culpable.

Pero, voy a intentar explicar su fisiología de forma sencilla:

Cuando ingerimos alimentos a través de la dieta, los alimentos se descomponen en el estómago gracias a los ácidos gástricos y los nutrientes de estos alimentos son absorbidos posteriormente por el intestino delgado.

Los nutrientes absorbidos por el intestino delgado, concretamente los hidratos de carbono, pasan a sangre en forma de glucosa, lo que hace subir los niveles de glucemia en sangre (también lo hace las proteínas).

Esta subida de glucosa es detectada por las células beta del páncreas las cuales empiezan a segregar la hormona insulina a la sangre. Esta hormona se une a los receptores de insulina de las paredes celulares para que pueda pasar la glucosa de la sangre al interior de las células para su utilización como fuente de energía.

Es decir, la insulina es como una llave que permite el paso de glucosa desde sangre al interior de las células. Por tanto, sin la hormona insulina la glucosa se quedaría en sangre con unos altos niveles de glucemia. 

TIPO DE DIABETES

Por tanto, la glucemia se puede mantener elevada por los siguientes tipos de diabetes:

  1. Diabetes tipo 1: El páncreas no segrega insulina lo que hace elevar los niveles de glucosa en sangre tras una ingesta (hiperglucemia).
  2. Diabetes tipo 2: El páncreas segrega insulina pero los receptores de insulina de las células no funcionan bien, lo que hace elevar los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia). 
  3. Diabetes tipo 1,5 o LADA: El páncreas segrega insulina pero en muy poca cantidad, la cual no es suficiente para normalizar la glucemia. Es poco común.
  4. Diabetes gestacional: Aparece únicamente durante el embarazo debido a que el páncreas no produce la suficiente insulina. Desaparece tras el embarazo.

Como hemos dicho, la diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune y la gente que la padece irremediablemente tendrá que inyectarse insulina de forma externa toda su vida ya que su páncreas no la segrega.

Sin embargo, el ejercicio físico mejora notablemente la sensibilidad a la insulina haciendo que la insulina que se inyecta sea mucho más efectiva, lo que hace que la cantidad y veces que se inyecta insulina sea mucho menor.

Pero en la diabetes tipo 2 la solución es accesible a todo el mundo y de bajo coste. La solución es la actividad física, y concretamente el entrenamiento de fuerza o el ejercicio físico intenso.

Dicha práctica mejora sustancialmente la sensibilidad a la insulina por los receptores de insulina reduciendo los altos niveles de glucosa en sangre. Además, una sola sesión de entrenamiento mejora significativamente la sensibilidad a la insulina.

Insulina y composición corporal

La insulina es la hormona reina, es una hormona anabólica muy importante en el crecimiento muscular, sin ella la creación de tejido muscular no se daría.

Por este motivo, la gente que sufre algún tipo de diabetes tiene una composición corporal muy mala. Es decir, gran cantidad de masa grasa y baja cantidad de masa muscular, ya que los nutrientes (glucosa) no entran en las células musculares y al no ser utilizados son convertidos en grasa.

Además, no es lo mismo que una molécula de insulina se una a un receptor de insulina de un adipocito (célula grasa) que de un receptor de insulina de musculo.

Una molécula de insulina que se une a un receptor de insulina en el tejido muscular aclara 3 veces más glucosa que si se une a un adipocito.

Por tanto, si tenemos más musculo la insulina será más eficiente en la aclaración de glucosa y por tanto la glucemia estará controlada. Cada molécula de insulina que se una al musculo meterá más glucosa que una que se una al adipocito. Además, el musculo es el principal almacén de glucosa.

Si tenemos más grasa que musculo, la probabilidad de que la insulina se una al adipocito aumentara. Esto a la larga tiene un fatídico desenlace, la resistencia a la insulina.