Blog

ENTRENADOR PERSONAL

Cuidado de tus pies

estructura del pie

En palabras de Leonardo Da Vinci: “El pie es una obra maestra de ingeniería y una obra de arte”.

El pie es una de las estructuras corporales más complejas que tenemos, complejas por su gran cantidad de musculatura, huesos, ligamentos, fascias y tendones. Han sido moldeados por el paso de los años a la evolución, la adaptación y a la mejora de los mismos. Una herramienta increíblemente adaptada para manipular objetos, absorber impactos, soportar nuestro peso y favorecer nuestro desplazamiento por el medio. Pero ¿qué hacemos con esta obra de ingeniera en la actualidad? Encerrarlos y además deformarlos. Nuestros pies adoptan la forma de nuestro calzado e impiden su desarrollo.

No conozco ninguna otra especie animal que utilice calzado ¿y tú?. 

Desde tiempos inmemoriales hemos caminado descalzos y hemos cruzado continentes a pie sin usar ningún tipo de calzado. El primer calzado data de hace 5000 años y eran unas sandalias, un tiempo casi ridículo para los miles de años que llevamos sobre el terreno. Aun así, el calzado de entonces dista mucho al que utilizamos hoy en día. Las grandes marcas de calzado como Nike que aparecieron sobre los años 70 nos hicieron cambiar el calzado y nos convencieron de que un calzado blando y con amortiguación era mejor para practicar deporte. Un error que arrastramos desde entonces ya que un calzado de suela blanda vuelve a nuestro pie pasivo, y un pie pasivo es un pie con poca activación muscular, y un pie con poca activación muscular es un pie débil, y un pie débil es un pie lesivo. 

¿Cuál es el resultado? Las anomalías de pie que sufrimos hoy en día como el pie plano, pie cavo, fascitis plantar, etc.

Con esto no quiero decir que tengamos que ir todos descalzos pero si debemos seleccionar bien nuestro calzado porque si hay una prenda importante es esta. En ella recae todo nuestro peso y nos desenvolvemos por el medio con ella la totalidad del día.

En 1905, el Doctor Philip Hoffman fue en busca de sociedades donde la población había crecido y vivido sin el uso de calzado para fotografiar la planta de sus pies y compararlas con sociedades industrializadas en donde la población había crecido y vivido con calzado. Y como dice el refrán: una imagen vale más que mil palabras. Hoffman observo que el calzado no solo deformaba el pie sino que también hacia perder funcionalidad al pie. Creo que no soy muy temerario afirmando que este es el origen de muchos problemas de pies que sufrimos hoy en día en la era moderna. Uno de los más comunes los juanetes y pie plano.

forma pie

Los tacones

La elevación del talón lleva el peso corporal que recae en nuestros pies hacia la parte delantera, hacia los dedos, y acorta la musculatura del tríceps sural (gemelos y soleo) provocando, como un efecto domino, una rotación de pelvis hacia la anteversión y una mayor lordosis lumbar que provoca una mayor cifosis dorsal que provoca una mayor lordosis cervical. Esto a la larga supondrá para muchas mujeres dolores de espalda y problemas de pie como el pie cavo o la fascitis plantar.

El tendón de Aquiles actúa como un amortiguador, si está acortado no actúa y pierde la capacidad de absorber impactos, de igual modo ocurre con la fascia plantar. Ambos se ven inhibidos por calzado de tacón alto. Si tus pies no ofrecen una buena base de apoyo el resto de tu cuerpo lo sufrirá. Tus pies son tus cimientos.

La debilidad del puente plantar, la amortiguación natural y un tendón de Aquiles acortado y sobrecargado pone gran tensión en la fascia plantar la cual termina inflamándose y dando lugar a fascitis plantar.

Como dijo Salvatore Ferragamo: “Los pies jamás mienten. Me revelan el carácter de la persona”.

Las anomalías más frecuentes que encontramos:

  • Pie plano: El arco plantar ha perdido tensión y se encuentra achatado lo que hace que descienda el pie. Por ello, la pisada es plana.
  • Pie cavo: Todo lo contrario al pie plano, el arco plantar está muy acentuado elevando la base del pie. Además los dedos del pie suelen adoptar forma de garra.

Pero no todo está perdido…

Podemos solucionar parte del problema utilizando lo que denominamos calzado minimalista. Este calzado busca la liberación del pie, más en concreto de los dedos. Dotando a la zapatilla con una mayor anchura para que estos no se sientan presionados por la olma de la zapatilla. Además, es calzado sin tacón y la suela suele ser bastante más fina y blanda que las zapatillas convencionales provocando en la musculatura del pie un 150% más de activación. Estas zapatillas eliminan la amortiguación que proporciona el calzado actual. Algunas de las marcas que encontramos de calzado minimalista son: Vibram, Vivobarefoot, Merrel, Saguaro, etc.

Si quieres cuidar tus pies, deveras abandonar viejos hábitos y dotarlos de funcionalidad.