El dolor de espalda a nivel lumbar o más conocido como lumbago es uno de los grandes problemas de salud a nivel mundial y para muchas personas esta dolencia se haya cronificada. La mayoría de veces significa causa de baja laboral en todo el mundo pero sobre todo en aquellos países industrializados. En España afecta al 18,6% de la población de forma crónica según recoge un informe del sistema nacional de salud del 2013. Índice que sin duda ha aumentado debido al incremento del teletrabajo por causa del COVID.
Este dolor lumbar es una dolencia moderna pues nunca antes el ser humano la había padecido o al menos con esta frecuencia y cantidad. Hace 250 años la vida era mucho más dura que la de hoy en día. La mayoría de las personas fallecían durante su infancia y no existían muchas de las comodidades que hoy en día tenemos y los trabajos requerían arduas tareas físicas. Sin embargo y a pesar de ello, había algo que casi no existía: el dolor lumbar. Esta dolencia, no solo es un problema de salud asociado a la vida moderna, es el problema de salud más asociado con la vida moderna.
¿Qué sucedió en el pasado que hizo que apareciese?
La revolución industrial. Esto hizo que dejáramos atrás la mayoría de trabajos que se realizaban al aire libre y que requerían de un importante esfuerzo físico. Eran trabajos arduos y duros. Para muchos era su ejercicio físico y ocupaba gran parte de su día. Eso tuvo un impacto inmediato sobre nuestros pies, que se tornaron más planos y débiles (sin hablar del cambio del calzado que vino posteriormente), causando dolencias en las rodillas y las caderas. Las tareas manuales se reemplazaron por horas y horas de estar sentados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 70% de las poblaciones en países industrializados sufre de problemas de espalda en algún momento de sus vidas. Una afirmación bastante conservadora pues por experiencia sé que el 100% de la población ha padecido dolor de espalda en algún momento de su vida.
Pero la cosa se está poniendo aún más fea. La frecuencia de dolor de espalda en niños aumenta por culpa de las pantallas y lo que ello supone, un descenso significativo de ejercicio físico. El 72% de los adolescentes elige el ocio pasivo antes que la actividad física. Solo el 35% de los niños realiza la actividad recomendada por la organización mundial de la salud (OMS) de una hora diaria de ejercicio. Otra cosa de la que podríamos hablar…
Algunos factores de riesgo de padecer una lumbalgia son:
– Predisposición Genética
– Estar mucho tiempo de pie
– Cargar cosas pesadas
– Sobrepeso u obesidad
– Sedentarismo
– Estrés laboral
– Posturas inadecuadas
– Actos inseguros en actividades físicas
Entre todas ellas, solo hay una que impacta gravemente sobre el dolor de espalda: el sedentarismo.
¿Dónde está el problema?
El problema está en la cadera, o al menos uno de los más importantes. La falta de tono y fuerza de la musculatura abdominal e isquiotibial hace que la pelvis se sitúe en anteversión.
Esto provoca una mayor lordosis lumbar, seguido de una mayor cifosis dorsal, seguido de una mayor lordosis cervical. Es una sucesión en cadena con una sencilla solución, la reposición de la pelvis hacia la retroversión logrando con ello suavizar las curvaturas de la columna vertebral.
La rotación de la pelvis (retroversión o anteversión) desencadena las curvaturas de la columna vertebral. Si la curva es demasiado grande o demasiado pequeña, la espalda será menos eficiente.
Además, cuanto más tiempo pasas sentado en una oficina o en casa o en un automóvil, mayor será la probabilidad de que la curva sea más pronunciada de lo que debería ser.
Esta es en gran parte la solución a la mayoría de dolencia a nivel lumbar. Pero es tan solo el primero de muchos pasos para solucionar por completo dicho dolor.
Pues debido al sedentarismo toda la musculatura de la espalda estará debilitada y cualquier acción que haga será un sobre esfuerzo y por ello se quejara.
La solución como muchas de las dolencias físicas involucradas con la espalda y otras zonas como rodillas, cadera, hombros, etc. Es el ejercicio físico, y más concretamente el trabajo de fuerza. El entrenamiento es esa píldora mágica que hará que vivas más y mejor. Con el entrenamiento de fuerza no te dolerá la espalda nunca mas.
